Antes y Después: Inma Cuesta.
Hay prisa. Siempre hay prisa. No fuimos los únicos que hicimos posados a Inma Cuesta ese día, por lo que vamos a contratiempo para editar. Sabiendo que haríamos posados este año hemos viajado con un monitor de 27 pulgadas y hay que sacarle partido. Me gusta editar las fotos con calma pero es complicado con la presión, no sólo por la competencia, sino porque además estamos en pleno festival de cine y el tiempo que nos dejan las presentaciones y premieres entre medias es mínimo….
Me pongo los auriculares y empieza a sonar el «Searching Zihuatanejo» de Shells y aprovechando que la música se ha llevado parte de la presión abro Photomecanich y redescubro los 2 minutos de sesión del dia anterior. Ahí esta todo, no queda rastro de las prisas ni del ruido de fondo que nos pedía que acabaramos una y otra vez. Es importante esta parte del proceso, mirar las fotos, elegir, recordar cual era la intención y empezar a ver las meteduras de pata que no viste en la cámara. Elegir es fácil por dos motivos; el primero es que no hay muchas fotos, el tiempo que nos dieron no permitió hacer demasiadas tomas y el segundo es que descartando aquellas en que cerró los ojos o el foco se puso tonto el número de fotografías que queda es el bueno.
Desde que puse el ojo en el visor de la cámara supe que las fotos de los sofás en la terraza eran las ganadoras, en concreto una en la que Inma está recostada en su sillón. Haciéndome trampas a mi mismo decido que empezaré por esa foto.
Antes de empezar a tocar las fotos originales hay un paso previo de reflexión. Cuando hice la foto tenía una idea de como quería que fuera esa imagen y para poder llegar a ese resultado hay que desgranar y analizar el camino que vas a tomar.
Composición, luz y color. Esa son siempre las tres claves.
La composición de la imagen fue lo que vi cuando encuadré el fotograma. En mi cabeza reduzco la imagenes a lineas y comienzo a corregir la perspectiva para que todo en la escena te lleve al retrato….mierda, hay dos señores en el fondo…Como si de una imagen de Iker Jimenez se tratara yo juraría que no había nadie en aquella terraza cuando hice la foto. En este punto primero de la edición necesito limpiar la estructura de la foto, borrar señores inoportunos o corregir la perspectiva va incluido en el lote. Tampón de clonar paciencia e imaginación. Estos señores cotilleando en el fondo me suman una media hora más al total de la edición porque salen en todas las fotos. Espero que estén donde estén les vaya bonito…
Ya tengo la imagen limpia y preparada. Como un paciente a punto de entrar a quirofano. Las lineas están corregidas y cualquier memoria de las personas del fondo ha sido eliminada. El siguiente paso será organizar la luz del fotograma.
Todos los elementos de la imagen deben reforzar la idea del retrato así que la luz debe enmarcar a Inma y acentuar la perspectiva. En la esquina izquierda asoma un trozo de cielo imposible de compensar en la toma, toca rebajar esa subida de luz para que el ojo no huya hacia ese punto desviando la atención de lo único importante: Inma. Aprovecharé los sofás laterales como railes para acentuar las lineas así que un punto menos de luz vendrá bien, en contraste con los cojines de la linea central que tiene que guiar al espectador hacia ella. Con estas modificaciones reforzaré la perspectiva profundizando aun más en la idea principal.
Aunque más sutil al ojo los esquemas de color son una herramienta muy importante en la fotografía. El color es más subjetivo, menos evidente, pero muy poderoso al ojo. En la imagen veo tres colores primordiales. Azul, amarillo y rojo. Hay que aprovechar los contrastes de dos colores primarios como el rojo de su blusa y el azul de los cojines para resaltar a Inma y que a pesar de estar tumbada, salga de la imagen hacia el ojo. Los amarillos de su piel y el fondo harán de intermedio entre los dos colores principales.
Todo este proceso es mental, tengo que tener claro la imagen que quiero y una vez analizado todo esto ya puedo empezar a trabajar con lightroom y photoshop. En la fotografía las herramientas son un 30% del resultado. Puedes ser un virtuoso del photoshop, pero de poco sirve sin el proceso mental previo. Esta fotografía es la suma de todo lo que alguna vez me gustó y apredí de otros fotógrafos, de miles de fotos vistas antes que hechas y de saber comprender porque me gustaba lo que veia.
Internet está lleno de tutoriales de photoshop y ningún tutorial de aprender a ver y analizar, porque esto último es lo difícil de la fotografía, porque si la fotografía fuera fácil y se pudiera aprender mirando un tutorial la fotografía seria una porquería…¿Que hora es?
Me estoy liando mucho y todavía me queda por editar la sesión entera, las revistas no esperan y la competencia siempre va rápida. Pasada la imagen por photoshop, editando con máscara de capa por zonas y mirando una y otra vez termino la fotografía. La primera. Pero a partir de ahora el proceso se hace más rápido. Con las ideas claras el photoshop es un mero trámite.
Y entre tanto me pregunto si todo el mundo piensa tanto las fotografías como yo…suena el móvil. Es una notificación de Instagram, alguien ha comentado un retrato que subí de una sesión anterior: «WOW. QUE FILTRO HAS USADO?» Le contesto: «TODOS». Siguiente foto…