Luces, cámaras, premiere: Tom Cruise

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Tom Cruise viene a Madrid a la premiere (pre-estreno) de su última gran superproducción: La Momia. Nos convocan previa acreditación, a ‘pasar la tarde’ esperando a la estrella americana, previsión de lluvia pero un sol de justicia, a las 18:15 de la tarde. Como es habitual nos presentamos en el cine una hora antes de la cita, pero nos encontramos que hay gente esperando incluso desde las 15:00, ¡un horror! Gente que aunque sabe que los profesionales de agencias y revistas vamos a pasar antes que ellos, se plantan por si algún día ‘suena la flauta’. Bolsas y mochilas aguardan en fila india a que nos den entrada en la alfombra roja.

En mi mochila Think Tank Shape Sifter llevo dos cuerpos Nikon, D4 y D500, un Nikkor Af-s 70-200 2,8 y un AF-s 24-70 2,8. También un Flash Sb-5000, varios juegos de baterías Imedion de Repuesto (8 pilas), un par de baterías extra para la D4 y otros 2 para la D500.

Hora de charla entre compañeros, de quejas, de risas… un poco de todo que hacen más amena la primera espera. Una vez dentro y colocados cada uno en su sitio (aunque no lo parezca casi siempre nos colocamos igual en un 90% de las ocasiones), todavía nos quedan 2 horas largas para seguir esperando. Las charlas se solapan unas con otras mientras el calor invade el pequeño invernadero que nos han montado en Callao para la alfombra roja, no quieren que nos mojemos pero el sol traspasa el tejadillo transparente y lo llena todo. El equipo de la agencia de comunicación aprovecha la espera y se hace una foto bajo el cartel de la peli. Todo transcurre con normalidad, pero llega la hora a la que se espera a Tom para la firma de autógrafos, es un verdadero profesional, con una hora de adelanto sobre la hora prevista para que comience la premiere. Tom se adelanta a todo el equipo y llega a la Plaza de Callao, los fans se vuelven locos y ahi está firmando autógrafos, fotos, risas, y más fotos y más firmas… alguno incluso le da 10 ó 12 postales de Madrid con la foto del Edificio Schweppes para que le firme y poder mercadear con ellas por las redes.

Los fotógrafos apiñados en la tarima, intentamos hacer fotos firmando, fotos diferentes que nos permita quizá alguna venta extra. Buscamos imágenes diferentes, gestos y miradas para llenar de RAWs nuestras tarjetas ¡qué echan humo!. El resultado: muchas fotos que no sirven, gente por medio, gente que no pinta nada en la escena pero les gusta molestar (quizá no saben que molestan porqué no saben hacer su trabajo). Por fin conseguimos una foto que puede valer, una fan consigue un autógrafo y Tom firma una foto suya de su anterior visita en Madrid (nosotros también estábamos en esa premiere). Ahí estamos nostros para hacer la foto. Continúa la firma de autógrafos mientras los personajes nacionales van pasando por la alfombra uno tras otro, hoy la lista es corta. Los fotógrafos ‘gritamos’: ‘¡aquí!, ¡al centro!, ¡una más!, ¡por aquí!, ¡arriba!…’ Uno a uno van pasando hasta que a las 20:30 horas, puntualidad británica, el Sr. Cruise aparece por la albombra roja. La temperatura de la luz ha ido cambiando a lo largo de la tarde, antes de empezar a fotografiar a Tom Cruise y que las cámaras se queden sin buffer, modificamos la temperatura: 4.000 grados Kelvin, ¡listo!. Comenzamos. Mira uno a uno a todos los fotógrafos; arriba, abajo, izquierda, vuelta a empezar,  y así hasta que todos tenemos nuestras fotos hechas. Tras él aparecen ellas, las dos actrices que acompañan a la estrella en su premiere en Madrid. Seguimos con las fotos y después de un largo paréntesis, teles y entrevistas de por medio (sólo informativos), posan todos juntos.

Durante el posado con Tom Cruise en el Photocall, un flash se cuela en mi foto y me da una de las ‘fotos’ de la jornada.

Salimos corriendo del cine, 21:05, 4 horas después de nuestra llegada a Callao, cogemos la moto y ¡para casa! Ahora toca la segunda parte: la edición.